Perrault, Bettelheim y los cuentos de hadas

Perrault, Bettelheim y los cuentos de hadas


 

 

 

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Charles Perrault (1628-1703)

 

 

A los 55 años escribió «Historias o Cuentos del pasado», más conocido como  «Los cuentos de la mamá Gansa» (por la imagen que ilustraba su tapa) – publicados en 1697-en donde se encuentran la mayoría de sus cuentos más famosos. Son estos y no otros los que han  logrado vencer al tiempo llegando hasta nosotros con la misma frescura y espontaneidad con fueron escritos, después de recopilados de la tradición oral o de leyendas de exótico origen. Se trata de cuentos morales, indudablemente, pero llenos de un encanto que perdura y que los ha convertido en las lecturas favoritas de los niños. Los personajes que emplea son hadas, ogros, animales que hablan, brujas y príncipes encantados, entre otros. Al final de cada relato, el autor incluye una moraleja referente al contenido de cada historia. El escritor registró las costumbres de una época en el que la mayoría estaba inconforme con su situación y, para dar esperanzas a la gente,  por lo regular incluía finales felices en sus escritos.


El célebre psicólogo infantil Bruno Bettelheim, en su libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas (Ed. Crítica) que se ha convertido en un clásico  abordó la influencia de los cuentos de hadas sobre la educación de los niños.  Una de sus tesis es que estas antiguas historias  han servido secularmente a los niños para iniciarse en sentimientos de justicia, fidelidad, valentía, temor,  amor, … no de una manera dogmática e impuesta sino desde su propia emoción. Evidentemente en los cuentos de hadas existen muchos mensajes y valores que, desde nuestra cultura occidental del s.XXI, hemos superado (sobre todo los referidos al papel que generalmente tienen las mujeres y niñas de los cuentos) por eso, estas historias, complementadas con otras que introduzcan nuevos valores y cuestionen los roles tradicionales, todavía hoy siguen cumpliendo un papel inestimable en la educación moral, emocional y estética de la niñez.



“Desde un punto de vista adulto, y en términos de la ciencia moderna, las respuestas que ofrecen los cuentos de hadas están más cerca de lo fantástico que de lo real. De hecho, estas soluciones son tan incorrectas para muchos adultos -ajenos al modo en que el niño experimenta el mundo- que se niegan a revelar a sus hijos esa “falsa” información. Sin embargo, las explicaciones realistas son a menudo, incomprensibles para los niños, ya que éstos carecen del pensamiento abstracto necesario para captar su sentido. Los adultos están convencidos de que, al dar respuestas científicamente correctas, clarifican las cosas para el niño. Sin embargo, ocurre lo contrario: explicaciones semejantes confunden al pequeño, lo hacen sentirse abrumado e intelectualmente derrotado. Un niño sólo puede obtener seguridad si tiene la convicción de que comprende ahora lo que antes le contrariaba; pero nunca a partir de hechos que le supongan nuevas incertidumbres.”

 

(Fragmento del libro de Bettelheim)

 


 

 

 

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