Roberto Loaisiga dejó su huella en la pared oeste de nuestro colegio. Hasta abril de 2008 era un lienzo blanco en el que se estampaban firmas y garabatos anónimos y sin gracia. Después todo se transformó en el mundo de color, armonía y vida que los pinceles de Roberto contienen.

Ahora, un año después, suma otros 365 días más de rebeldía y nos envía su POESÍA. Allá en su Estelí nicaragüense ha editado un libro de poemas ReflexioNicas y otros rumores. Quienes estén interesados en conocerlo pueden adquirirlo en el colegio. Colgamos aquí un anticipo:

 

 

Voy en un viaje por el mundo

y no son suficientes los años.

Las nubes bloquean mi sol,

ya antes bloquearon la luna.

Decir que la vida es una

no es un alivio.

Decir que la vida somos millones,

eso es un consuelo.

 

Que pocos son los años

 a la inmovilidad

y muchos los segundos

a las revoluciones (…)