En estos últimos días varias voces se han dirigido al colegio sugiriendo la realización de una colecta para ayudar a los damnificados del terremoto de Haití. Consultando el tema con el profesorado, hay una opinión generalizada de que, a día de hoy, las personas interesadas en hacer una aportación económica tienen muchos cauces. Consideramos que, precisamente en este momento, el colegio no es el lugar. La escuela tiene una labor más importante y continuada: educar en el conocimiento de la realidad que nos rodea, la aceptación de la diversidad (tantas diversidades como individuos somos) y la solidaridad de manera  permanente, no sólo en momentos especialmente trágicos y mediáticos. En esa labor, como en tantas otras, escuela y familia debemos hacer un esfuerzo por caminar juntos.

 

La UNESCO ha declarado el año 2010 como Año Internacional del Acercamiento de las Culturas. Nuestro Plan General Anual se ha hecho eco esta declaración: actividades de  Fomento y Animación a la lectura,   Día de la Paz, Talleres varios, Carnaval de culturas del mundo, … también alguna actividad  se dirige específicamente a padres y madres. En concreto, el pasado miércoles se ofrecía un Taller para que todos tuviéramos oportunidad de reflexionar sobre cómo la escuela de hoy es muy diferente a la de hace unos pocos años, las consecuencias positivas y educativas que puede suponer esta multiculturalidad para el desarrollo de la competencia social de nuestros hijos e hijas (se habla mucho y demasiado frívolamente de los aspectos “negativos” del asunto). Es una pena que la respuesta de padres y madres del colegio fuera nula. Pero, tal y como alguien anónimamente nos escribe en uno de los blogs del cole, no nos desanimaremos a seguir proponiendo el encuentro y la reflexión sobre éste y otros temas de interés.

 

Una última reflexión, al hilo del  tema con el que empezaba, el movimiento solidario tan fuerte que se ha desatado con la tragedia de Haití: no esperemos a que las televisiones nos muestren el dolor para movilizarnos, hay mucha gente que sufre (parafraseando a REM) y que necesita una mano amiga, a veces estamos tan cerca que puede ser nuestra propia mano. P.C.