Lo que una escultura esconde

Lo que una escultura esconde

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Esta misma mañana han colocado «nuestra» escultura junto a la puerta de Primaria. Ha sido el colofón para la fiesta de paso de Infantil a Primaria de los protagonistas de esta historia. Queremos recordaros que la instalación de esta composición artística responde perfectamente a la primera petición (la carta) que los niños/as escribieron en el mes de marzo. Unos días después recibimos una cariñosa respuesta del Alcalde, Sr. Belloch, explicando a los peques que era un momento un poco complicado (vísperas de campaña electoral) para cumplir su deseo, respuesta que en el colegio lo interpretamos (erróneamente) como que nos quedábamos sin escultura.

Sin embargo el martes de esta misma semana hemos conocido que, a pesar del momento político, el Sr. Belloch trasladó la carta a D. Antonio Mostalac, Jefe del Servicio de Patrimonio Municipal, a quien le entusiasmó la idea de que los niños pidieran una escultura y todo el proceso que había detrás: el trabajo de motivación e investigación impulsado por el profesorado, la participación de las familias, la iniciativa de pedirla al Ayuntamiento … y se comprometió a dar la respuesta adecuada. Nos consta que, entre las existencias, seleccionó aquella que le pareció que podía ser más del gusto de los niños y niñas: una obra que pertenece al Ayuntamiento de Zaragoza desde el año 2004,  que se ocupó en restaurar adecuadamente y que es de un autor representativo de la modernidad más actual en arte urbano.

Pero todo esto sucedió sin que lo supiéramos hasta el último momento y, mientras tanto,  la AAVV Picarral- Salvador Allende se había ofrecido para seguir insistiendo y, en esta segunda ocasión, que se consumó el mismo viernes de la semana pasada, en la petición sí que se incluían propuestas concretas. Evidentemente esto último ni siquiera ha dado tiempo a llevarlo al Ayuntamiento.

En conclusión, que niños, niñas, profesorado y  muchas familias estamos entusiasmados con esta estatua. Igualmente muy agradecidos al Sr. Belloch y al Sr. Mostalac que no ha podido estar presente por razones de salud pero se ha ofrecido a venir a explicarnos a toda la comunidad escolar quién es Tadashi Hashimoto, qué significa su obra y todo lo que queramos saber sobre la importancia del patrimonio artístico zaragozano.

Ahora pedimos a pequeños y mayores que colaboren en el respeto por esta obra y por su ubicación. Afortunadamente, la zona verde paralela al colegio es muy amplia y creemos que los niños y niñas serán los primeros en trasladar sus juegos unos metros sin mayor problema. A los más escépticos, les invitamos a mirarla teniendo en cuenta toda la historia que tiene detrás y a compartir el orgullo que muchos sentimos por haber sabido llegar a las instituciones adecuadamente y haber encontrado personas con sensibilidad para dar la importancia que tienen estas pequeñas iniciativas. Os aseguramos que los niños y niñas de 3º de Infantil no van a olvidar nunca este acontecimiento, el mejor regalo de fin de curso que se podían imaginar.  Pero no sólo ellos, esta mañana en el patio de Primaria hemos podido escuchar cómo algunos ya planeaban nuevas intervenciones en «su» estatua. Entre otras,: decorarla para Navidad, colgarle calabazas en Todos Santos …

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2 comentarios en «Lo que una escultura esconde»

  1. La mejor de las lecciones de ciudadanía y participación para estos pequeños: «Mucha gente pequeña en sitios pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo»

  2. No seré yo una persona que no apoya el arte pero tengo que decir que los responsables de la instalación de esta escultura han demostrado poco sentido común por dos motivos:
    El primero es que es imposible impedir que los niños se suban a ella ya que es demasiado fácil, y a los hechos me remito. Es una pena que no puedo adjuntar fotos pero creedme que es un imán para los más pequeños por la forma que tiene ¿no se podía pones una escultura que no recordara a un columpio y a la que no se pudiera trepar tan facilmente?
    El segundo es que la base de hormigón sobre la que se apoya presenta unas esquinas que parecen pensadas para que algún niño se abra la cabeza en ellas. ¿NO se podían enterrar los bloques en el suelo para evitar el peligro? ¿o recubrir el hormigón con un material menos duro?
    En resumen, un despropósito y un auténtico peligro a las puertas de un colegio

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