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Mes: septiembre 2011

Iniciativas para el éxito escolar

Iniciativas para el éxito escolar


Transcripción íntegra de la noticia publicada en el periódico La Verdad de Murcia.

laverdad.es

Ser padres es una tarea ardua. Pero ser padres de estudiantes adolescentes, aún más. Esto es lo que deben de haber pensado los docentes de un instituto de Alicante, que han tenido la feliz idea de proponer a los progenitores de sus alumnos firmar un ‘contrato’ por el que se comprometen a seguir de cerca la educación de sus hijos.
La directora del IES Antonio Navarro Santafé de Villena, Ángeles Corella, explica que se trata de una carta compromiso -sin carácter punitivo-, que es una entre otra serie de medidas que se han puesto en funcionamiento este año y que responden al objetivo de aunar esfuerzos y buscar puntos en común entre los tres sectores que intervienen en la educación: padres, profesores y alumnos. Al fin y al cabo, es un «decálogo que es el abecé de la educación».
Los puntos a los que se han comprometido los padres de los cerca de 900 alumnos del centro, es decir, todos sin excepcion, son los siquientes:
– Revisar diariamente las tareas que debe hacer para casa mi hijo/a.
– Establecer un horario de estudio para mi hijo/a y asegurarme de su cumplimiento.
– Acudir a las reuniones previstas, tanto con los profesores de cada materia como con el tutor.
– Contrastar con el profesorado, en caso de necesidad, la información que llega a través de mi hijo/a.
– Hacerle cumplir las normas de convivencia y disciplina.
– Colaborar con el profesorado del centro para que mi hijo/a respete la figura del profesor.
– Fomentar en mi hijo el trabajo y el esfuerzo diario.
– Ajustar las recompensas que doy a mi hijo/a con el trabajo que haya realizado.
– Sugerir cualquier mejora que consideremos beneficiosa para nuestros hijos e hijas así como para el funcionamiento del centro.
– Consultar, compartir, sugerir y supervisar la labor del equipo directivo, como medida de acercamiento entre el centro y nuestra familia.
Corella hace hincapié en que son cosas básicas y que en ningún momento están obligando a los padres a sentarse con sus hijos a hacer los deberes. Por eso se mostrado muy sorprendida porque esta iniciativa esté siendo «noticia» y la «repercusión» que está teniendo, también en otros centros, que les han pedido colaboración. Por esta razón han colgado en su web el documento, con la petición, eso sí, de que se hagan eco de los resultados.
Contrato a tres bandas

Pero el contrato no se queda solo en los padres. También los profesores y hasta los alumnos han tenido que firmar sendos papeles. Los jóvenes rubrican un texto conjunto en el que se comprometen a hacer los deberes, atender en clase, respetar el material y a sus compañeros y docentes, o llevar los exámenes a casa para que los revisen sus padres.
Los profesores, por su parte, se responsabilizan a entregar a los padres al principio de cada evaluación toda la informacion de lo que sus hijos van a hacer en las clases, darles pautas para hacer los deberes, para cumplir horarios y ayudarles en lo posible, así como están obligados a hacerse autocrítica de lo programado, de su relación con los alumnos, etc.
La directora de este «tranquilo» instituto indica que los padres han acogido esta iniciativa muy bien, porque perciben que no están solos, «los profesores ven más implicación y los alumnos no se ven entre dos fuegos, sino que perciben una conexión entre ambas autoridades«.
La eficacia de esta medida podrá saberse en Navidades, tras la primera evaluación, aunque los resultados definitivos se conocerán a final de curso. Corella defiende que en el actual sistema de educación habría que cambiar de mentalidad y en lugar de centrarse tanto en el fracaso escolar, tratar de fomentar el éxito. La directora deja caer una solapada crítica: «Pese al sistema, la educación tiene mucho que decir». Ahí queda eso.

Educación, suavidad y rigidez

Educación, suavidad y rigidez


 

Ya hemos citado en alguna ocasión la columna de Irene Vallejo en la contraportada del Heraldo de Aragón. Ayer, lunes cinco de septiembre de 2011, su columna reflexionaba sobre la rigidez y la flexibilidad como una actitud en la vida. Al inicio de este nuevo curso escolar, nos parece muy oportuna esta opinión que  transcribimos:

SER SUAVE

 

«En la vida, nada tan cotidiano como la sorpresa. La realidad nos desconcierta con mucha frecuencia. Pese a nuestra pasión por planificar  y calcular, lo previsible sucede rara vez y, cuando lo hace, suele tener consecuencias inesperadas. Lo sabemos y sin embargo mantenemos un pulso obstinado para que todo ocurra según los planes que hemos ideado de antemano y para conseguir dibujarle los contornos al futuro. Sin embargo, de acuerdo con el pensamiento oriental, éste es un combate mal planteado y casi siempre terminará en derrota. La eficacia no es cuestión de imponerse sino de adaptarse. El maestro chino Lao Tse solía decir que la realidad no es rígida, sino fluida, y para parecerse a ella hay que ser suave. Según él, los hombres nacen blandos, pero muertos son rígidos y duros. También las plantas nacen flexibles y tiernas pero muertas son quebradizas y secas. Por eso, afirmaba, quien sea rígido será un discípulo de la muerte y quien en cambio sea suave y cimbreante será un discípulo de la vida. Pues lo duro y rígido siempre acaba por quebrarse mientras que lo suave y flexible prevalece. El pensamiento chino tradicional aconsejaba no ser intransigente y sacar el mejor partido de las situaciones. Habría que vivir igual que se danza, en la misma fusión con las circunstancias que el bailarín con la música y siendo uno mismo sin perder el compás. El sabio es un estratega que vence gracias a que, amoldándose, evita la batalla  y sus victorias son tan sigilosas, tan rítmicas que nadie se da cuenta. Para una persona suave, el mejor triunfo es el que no se nota.«