Bienvenida, maestra

Bienvenida, maestra


 

Es una costumbre muy interesante la de poner nombre a las calles de las ciudades. Para bien o para mal, la elección nos da idea de los valores que priman en nuestra sociedad y, a la larga o a la corta, siempre es un ejercicio didáctico pues llega el día en que nos tropezamos en algún texto con el nombre de aquel personaje que estamos cansados de ver en nuestras rutas cotidianas y vivimos como un descubrimiento que alguien tan próximo y familiar resulte ser un prohombre o un villano, una mujer valerosa, una artista, un héroe o una víctima, … A veces, la historia impone cambios  en los nombres, cuando éstos llevan tal lastre ideológico que resulta insoportable o incluso están manchados de sangre. La buena noticia sucede cuando el rótulo que cae es el de un guerrero para ser sustituido por el de una maestra. Abajo las armas, arriba la educación. 

Desde hace unos días el nombre de María Sánchez Arbós, mira directamente al colegio Lucien Briet, en  el corazón del barrio zaragozano del Picarral. Será sin duda, una buena inspiración para todos cuantos queremos guiarnos por su práctica educativa, fundamentada en los ideales de renovación cultural, social y pedagógica de la Institución Libre de Enseñanza.


Bienvenida al barrio, maestra.

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